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“A ciudades inteligentes, población sabia” Smart City 4.0 Barcelona 2019

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Universalizar el acceso a la tecnología, evitar el aumento de la desigualdad entre ciudades y planificar a largo plazo son, según los expertos, algunos de los aspectos clave a tener en cuenta en el proceso de transformación digital de nuestras ciudades. El evento Smart City 4.0 Barcelona organizado por Zigurat Global Institute of Technology y KNOWURBANNET tenía un objetivo claro: presentar el enfoque tecnológico que se está adoptando en las ciudades para convertirlas en smart y los retos que esta transición está suponiendo para sus ciudadanos, actores clave en este proceso de transformación. En formato de mesas redondas, expertos en ciudades inteligentes o en palabras de Jaume Aguade, moderador de una de las sesiones, “los managers de las smart cities del futuro”,  han debatido desde una perspectiva holística y global las necesidades y retos tecnológicos y sociales de las ciudades del futuro….¿o del presente? Ciudades como Barcelona, Singapur, Dubai, México y Toronto ya están en el camino de ser smart cities consolidadas.

Transformación estructural y estratégica

El proceso de transformación al que estamos asistiendo no solo es global, sino que además implica un cambio cultural y a largo plazo. “Estamos ante cambios económicos, sociales, energéticos, medioambientales, políticos y éticos que van a cambiar la sociedad”, explica Xavier Izquierdo, Director del Máster Internacional Smart City Manager de Zigurat y KNOWURBANNET. A lo que añade: “No estamos en una época de cambio, sino en un cambio de época.” Ante un proceso de transformación tan potente e importante, los agentes del cambio deberán tomar decisiones profundas, estratégicas, estructurales que comportarán, en consecuencia, importantes inversiones económicas. Estas decisiones serán lideradas por los nuevos gestores, que deberán trabajar con equipos más transversales y multidisciplinares. “Existe un nuevo liderazgo, un nuevo perfil con una función de coordinación y administración: el Smart City Manager, cuya formación es esencial”, reflexiona Xavier Izquierdo. El Smart City Manager debe conocer todas las posibilidades disponibles y saber elegir la mejor opción para cada proyecto.

Colaboración público-privada

Si queremos transformar la ciudad y mejorar la vida de sus ciudadanos, debemos trabajar tanto con el conocimiento que hay en el sector público como el que hay en el sector privado, que además tiene más recursos. La colaboración público-privada es esencial e inevitable para el desarrollo de proyectos de innovación. Para fomentar la colaboración público-privada, Eva Bufi, Directora de la consultora Ardana, define los 3 puntos clave:
  • Formación para entender y comprender la esencia y necesidades de cada sector.
  • Creación de foros en los que ambos sectores puedan compartir y debatir sobre temas clave, así como compartir la información necesaria.
  • Desarrollo de contratos viables donde las cláusulas y las condiciones sean muy claras y se definan los riesgos y beneficios de cada sector.

Ciudades inteligentes… y humanas

“Las smart cities implican una transformación radical de la propia condición del ser humano. Es la hibridación del propio ser humano, que ha evolucionado de forma natural y de forma digital.” Así es como el abogado Albert Cortina explica su visión sobre la repercusión de una ciudad inteligente en el ciudadano. Para Enric Canet, especialista en Políticas Sociales y Mediación Comunitaria, una ciudad, para ser inteligente debe “respetar la heterogeneidad de cada zona, de cada barrio, de cada ciudad y de cada ser humano.” Debemos entender que no existe un único método para digitalizar las ciudades, ya que incluso “cada barrio es diferente y tiene sus particularidades.” Aunque el proceso de transformación se planifique como una acción global y tecnológica, debe aplicarse desde una perspectiva local y basada en la ciudadanía. Además, la velocidad de esta transición será diferente en cada rincón del mundo, contexto ante el cuál, Albert Cortina alerta sobre la posibilidad de que se “dispare la desigualdad entre humanos, ciudades y distritos: los que están dispuestos y preparados (a nivel de recursos) para hibridarse con la revolución digital y los que no lo están.”

Digitalizar, sí, pero ¿cómo?

Si cada vez hablamos más de smart cities, es porque cada vez tenemos más información, más datos. “Nuestro valor está en ayudar a las empresas, a las administraciones a tomar mejores decisiones en base a los datos que nos aportan las ciudades, el conocido Big Data, pero ante este gran cambio, ¿nos estamos haciendo las preguntas adecuadas?”, se pregunta Hildebrand Salvat, especialista en investigación de mercados. No toda la información la encontraremos en el Big Data. “La actitud, la motivación, las creencias y la percepción de los ciudadanos son claves para la toma de decisiones, necesitamos otras formas de entender y de relacionarnos con los ciudadanos”, explica Hildebrand Salvat. Muchas veces, la información que encontramos en las encuestas no corresponde con el comportamiento real de las personas. Por ello, muchas organizaciones están optando por los estudios etnográficos, basados en acciones mucho más experienciales, con el objetivo de captar más información y más afín. Las conclusiones están siendo totalmente distintas.

¿Están los ciudadanos preparados para afrontar la evolución de las ciudades?

“Siempre estamos preparados para el cambio”, sentencia Eva Bufi. Aunque advierte: “Hay que tener sentido común, y utilizar la función de la administración pública, de las personas, de las empresas privadas, de las organizaciones que conviven en una ciudad para planificar, diseñar y construir una nueva ciudad no solo en el espacio, sino también en el tiempo.“ Barcelona es un buen ejemplo de estrategia a largo plazo, se ha mantenido una línea una estrategia de desarrollo. Pero solo conseguiremos alcanzar los objetivos con consenso común, capaz de trascender a unos intereses puntuales por parte de entidades, universidades, políticos y de la propia ciudadanía. “La colaboración (real) también puede ser un motor de cambio”, añade David Delgado, arquitecto y Consultor BIM.

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