Los edificios, aunque no estén específicamente diseñados para ello, pueden soportar un nivel moderado de presión de corta duración. Sin embargo, cuando se trata de explosiones severas a corta distancia, es esencial implementar una construcción adaptada a medida que cumpla con los estándares normativos aplicables para garantizar la seguridad.
En situaciones de explosiones, la respuesta estructural suele darse en un régimen plástico, donde la clave radica en la capacidad de la estructura para absorber y disipar la energía generada. Al igual que en el diseño antisísmico basado en la ductilidad, se busca que la estructura pueda soportar la carga impuesta y deformarse de manera controlada, evitando fallos catastróficos. Este enfoque asegura que la edificación mantenga su integridad bajo condiciones extremas, protegiendo tanto a las personas como a los bienes en su interior.
Este ebook está relacionado con el contenido del Máster Internacional Estructuras de Edificación con CYPE.